domingo, 10 de julio de 2016

15 Dom Ordinario; NO PASAR DE LARGO; José Antonio Pagola

“Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”. Esta es la herencia que Jesús ha dejado a la humanidad. Para comprender la revolución que quiere introducir en la historia, hemos de leer con atención su relato del “buen samaritano”. En él se nos describe la actitud que hemos de promover, más allá de nuestras creencias y posiciones ideológicas o religiosas, para construir un mundo más humano.
En la cuneta de un camino solitario yace un ser humano, robado, agredido, despojado de todo, medio muerto, abandonado a su suerte. En este herido sin nombre y sin patria resume Jesús la situación de tantas víctimas inocentes maltratadas injustamente y abandonadas en las cunetas de tantos caminos de la historia.
En el horizonte aparecen dos viajeros: primero un sacerdote, luego un levita. Los dos pertenecen al mundo respetado de la religión oficial de Jerusalén. Los dos actúan de manera idéntica: “ven al herido, dan un rodeo y pasan de largo”. Los dos cierran sus ojos y su corazón, aquel hombre no existe para ellos, pasan sin detenerse. Esta es la crítica radical de Jesús a toda religión incapaz de generar en sus miembros un corazón compasivo. ¿Qué sentido tiene una religión tan poco humana?
Por el camino viene un tercer personaje. No es sacerdote ni levita. Ni siquiera pertenece a la religión del Templo. Sin embargo, al llegar, “ve al herido, se conmueve y se acerca”. Luego, hace por aquel desconocido todo lo que puede para rescatarlo con vida y restaurar su dignidad. Esta es la dinámica que Jesús quiere introducir en el mundo.
Lo primero es no cerrar los ojos. Saber “mirar” de manera atenta y responsable al que sufre. Esta mirada nos puede liberar del egoísmo y la indiferencia que nos permiten vivir con la conciencia tranquila y la ilusión de inocencia en medio de tantas víctimas inocentes. Al mismo tiempo, “conmovernos” y dejar que su sufrimiento nos duela también a nosotros.
Lo decisivo es reaccionar y “acercarnos” al que sufre, no para preguntarnos si tengo o no alguna obligación de ayudarle, sino para descubrir de cerca que es un ser necesitado que nos está llamando. Nuestra actuación concreta nos revelará nuestra calidad humana.
Todo esto no es teoría. El samaritano del relato no se siente obligado a cumplir un determinado código religioso o moral. Sencillamente, responde a la situación del herido inventando toda clase de gestos prácticos orientados a aliviar su sufrimiento y restaurar su vida y su dignidad. Jesús concluye con estas palabras. “Vete y haz tú lo mismo”.


Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia; Reflexiones sobre el Conflicto Magisterial; Sistema Universitario Jesuita (SUJ)

 El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

 El uso del monopolio de la violencia por parte del Estado como último recurso para sostener su hegemonía ante la sociedad civil no sólo fue emprendido de manera irresponsable y brutal provocando la muerte de al menos 9 personas en el operativo de la Policía Federal del 19 de junio para romper el bloqueo de calles mantenido por maestros de la sección XXII y pobladores de Asunción Nochixtlán y San Pablo Huitzo en Oaxaca [i], sino que además, se ejerció sin antes haber agotado en su totalidad el diálogo como mecanismo de concertación y resolución de conflictos.

Parece haber una explicación de la autorización de los gobiernos federal y estatal al uso de armas de fuego para romper el bloqueo que los maestros y pobladores mantenían en demanda de la liberación de la cúpula de la Sección XXII [ii] y esperar que nada sucediera. La clase dirigente en el país sigue actuando con autoritarismo como el que mostró en la masacre estudiantil de 1968, pero parece no darse cuenta que la ciudadanía ha cambiado y que la velocidad con la que circula la información ahora es infinitamente superior a la de los años sesenta.

La disponibilidad masiva de los recursos audiovisuales que permiten captar prácticamente todo lo que sucede, así como su rápida divulgación en las redes sociales es hoy en día el mayor recurso con que cuenta la sociedad civil para denunciar las atrocidades que el Estado comete y que pretende encubrir, como si viviéramos en 1968. El comunicado emitido por Secretaría de Gobernación el mismo 19 de junio intentando desmentir la evidencia que circulaba en redes sociales sobre el uso de armas de fuego por parte de la Policía Federal revela la mentalidad del gobierno en relación a la circulación de la información, en verdad creen que es posible tapar el sol con un dedo.
Frente a esta insensatez, el comisionado general de la Policía Federal tuvo que admitir que efectivamente, se habían utilizado armas de fuego, presuntamente en respuesta a sujetos no identificados. Sin embargo, la evidencia muestra que los disparos se dirigieron en contra de pobladores desarmados [iii]. De inmediato se hizo evidente cuál era la intención del operativo: sofocar la protesta ignorando el diálogo, para de inmediato encubrir toda evidencia de la represión. Con esa misma rapidez se organizaron distintos sectores de la población y en diferentes puntos de la república. Para el martes 21 ya tenía lugar la primera Mega-asamblea universitaria en apoyo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mientras que otras voces y gremios se manifestaban por el alto a la represión y por la urgencia al diálogo[iv].

La oxidada política basada en el autoritarismo que pretende encubrir los desplantes de violencia por parte del Estado pierde cada vez más efectividad por lo que se ve obligada a recurrir al mecanismo que tanto pretende posponer: el diálogo. Sólo tras un enérgico llamado de la sociedad civil y de la comunidad internacional a esclarecer la matanza de Nochixtlán, la Secretaría de Gobernación reanudó el diálogo con la CNTE el 23 de junio, que se prolongó para el día 27. La Secretaría de Educación perdió la titularidad de la interlocución con la CNTE.

Además de la intolerancia y el encubrimiento de la violencia de Estado, el actual régimen parte de una concepción jerárquica de la organización política. Esto se revela en el encarcelamiento a los dos principales líderes de la Sección XXII, Rubén Núñez y Francisco Villalobos, pues asume que si se remueven las cabezas del movimiento éste colapsará. Esto evidencia que la actual administración federal parte del supuesto que la organización de la CNTE es similar a la del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), es decir, organizada piramidalmente bajo el liderazgo del secretario general.

Sin embargo, la CNTE parece tener una estructura de gobierno con liderazgos distribuidos con una capacidad de decisión más localizada en las bases. Ahí radica un elemento que explica el sostenimiento del movimiento magisterial. Cuando al interior de la organización sindical la representatividad de las dirigencias se comienza a deteriorar, las bases del movimiento sirven de contrapeso. De acuerdo a este testimonio, se puede observar que, en una diversidad de cuestiones operativas, las propias bases toman la iniciativa ante la necesidad de coordinarse entre los distintos cuadros que componen a la sección:

Está la dirigencia y si no responde están los cuadros intermedios. Y en la actualidad superan mucho cuestiones sin un hilo de dirección, sino que si la necesidad se vive desde abajo, desde abajo empiezan a responder por eso siempre hemos comentado, quienes legitiman este movimiento son las bases porque han sido educadas y se siguen educando bajo esa dirección, bajo ese sentido, desde abajo tiene que darse la dirección hacia los que están arriba. (Entrevista Profesor- Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Oaxaca-CETEO).

En ese sentido, el magisterio disidente al SNTE se enmarca en una dinámica en la cual las bases organizadas van tomando el relevo de las dirigencias cuando éstas dejan de ser representativas. Esto implica una vigilancia interna para que ese relevo se dé de manera natural como en el caso actual en donde las bases toman bajo su cargo la dirección del movimiento magisterial.

Otro elemento que tomó por sorpresa a la estrategia represiva de los gobiernos federal y estatal fue la alianza entre magisterio y población civil en Oaxaca. No es la primera vez que la sección XXII enfrenta incursiones a gran escala de la Policía Federal. Frecuentemente el pueblo de Oaxaca sale en apoyo de sus maestros. Así como en Nochixtlán en 2016 también en Tlaxiaco en 2015 en las elecciones de junio, el magisterio tuvo el respaldo popular, como lo indica este testimonio:

Lo que pasó con la denuncia de la farsa electoral cuando en la mixteca en la comunidad de Tlaxiaco estábamos los maestros y nos rodeó un dispositivo policial y en cuestión de minutos bajaron comunidades completas con machete en mano las comunidades a rescatar a sus maestros. Eso no podría explicarse si no hubiera ese asunto de cariño, de respeto a los maestros dirían saben qué muéranse. Si no hubiera ese asunto de la solidaridad, de la comunalidad, pero salieron, y estaban encapsulados los maestros y las comunidades bajaron y encapsularon a los policías (Entrevista Coordinador, Prensa y Propaganda-CETEO).

Esta relación de solidaridad entre magisterio y pueblo de Oaxaca se ha ampliado a otros sectores de la sociedad. Junto con la exigencia del alto a la represión y de privilegiar el diálogo, las muestras de apoyo se fueron multiplicando de diversas maneras. De la marcha del viernes 17 a la del 24 y el 26 se van sumando voces de apoyo a la demanda de diálogo de la CNTE en torno a sus demandas de reformulación de la reforma educativa. La negativa al diálogo por parte del Estado expresada en el centro histórico de la ciudad de México y en Nochixtlán parece ir cediendo ante la exigencia popular de poner al diálogo en primer lugar [v].

Un indicio de este giro se observó en el titular de la Comisión de Educación del Senado, Juan Carlos Romero Hicks, quien se mostró proclive a la idea de modificar la reforma [vi]. “La reforma es una página en construcción” y “asimilar las propuestas de la CNTE”, son enunciados que se enmarcan en lo que el teórico Stephen Ball denomina los ciclos de la política, de acuerdo a los cuales, los mismos docentes también participan de la hechura de las reformas y éstas mismas padecen transformaciones en sus distintos contextos de aplicación [vii].

Cuando los medios para aplicar una reforma llegan a extremos en los cuales la violencia ejercida para sofocar a la disidencia es de una magnitud tal que atenta contra la vida de civiles, se vuelve un imperativo impedir la impunidad y castigar bajo la ley a los responsables de tales acontecimientos. Asimismo, se vuelve prioritario reordenar la manera en que la conducción de la política educativa se ha llevado a cabo.

La masacre como ejercicio de la represión estatal se repite nuevamente, como en 1968 y en tantos otros acontecimientos de la historia política y educativa de México. La deuda dejada en términos de respeto a los derechos docentes por la implementación de la reforma educativa se eleva peligrosamente. No sólo es acuciante reparar los daños provocados a la sociedad tras estos desplantes de violencia, también está pendiente repensar las metas a las que responde la reforma educativa. La implantación de la ley no puede ser a costa de la muerte de los ciudadanos. Indefectiblemente la calidad no se incrementará ni se tendrá un sistema educativo justo y equitativo sin la colaboración y participación de los actores bajo un marco de respeto mutuo.

 [i] Mariana Favela, No FM radio, “Oaxaca: crónica de la insurrección”, 21.06.16
[ii] Lupita Thomas, El Universal, “Oaxaca: CNTE y padres mantienen bloqueos carreteros”, 14.06.16
[iii] Animal Político, “Policía Federal acepta que usó armas de fuego en enfrentamiento de Nochixtlán, pero sólo al final”, 19.06.16
[iv] Emir Olivares Alonso, La Jornada, “Universitarios respaldan lucha magisterial; piden renuncia de Nuño”, 21.06.16
[v] Laura Poy, La Jornada, “Maestros de la CNTE piden diálogo verdadero con el gobierno”, 24.06.16
[vi] Andrea Becerril, La Jornada, “Apoyan en el Senado modificar la reforma educativa”, 24.06.16
[vii] Ball, S., Mainardes, J. (2011). Políticas educacionais. Questoes e dilemas. Sao Paulo, Cortez.


Los obispos de Chiapas ante la insurgencia magisterial; Arturo Alcalde Justiniani

La Jornada
Julio 9 del 2016

Platicando con Eugenio Narcia Tovar, abogado chiapaneco, le expresé mi extrañeza de que en su estado natal, las riquezas naturales, la cultura ancestral, tantas luchas sociales –incluida la zapatista– contrastaran tanto con la pobreza de la mayoría, la desigualdad y baja calidad de sus gobiernos locales; que el colmo era ser la única entidad gobernada por el Partido Verde, sobre el cual, como suele afirmarse con razón, ni es verde ni es partido, sino un vulgar negocio familiar y de cuates.
Solo, Chiapas podría ser un país próspero para sus habitantes: cuenta con 30 por ciento de los recursos de agua dulce del país, es el tercer productor de carne, y a la vez, del mejor café, mango y papaya en México; qué decir de su riqueza energética minera y petrolera. Eugenio comentó que un elemento clave para entender la situación política en el estado era que la oposición partidaria, incluida la de izquierda, había sido domesticada por los respectivos gobernadores, y ello la había alejado de los movimientos auténticos. Es claro, los personajes van de un partido a otro de manera permanente, lo cual favorece que existan dos mundos: el de la política tradicional y el que se desarrolla en el seno de los sectores populares.
Al día siguiente de nuestra conversación, Eugenio me envió el texto suscrito por los obispos de Chiapas en relación con del movimiento magisterial que existe en esa entidad, uno de los enclaves fundamentales de la CNTE; para que recuperes tu optimismo, me dijo. Se trata de un pronunciamiento firmado por los representantes de la Iglesia de las tres diócesis del estado: Fabio Martínez Castilla y José Luis Mendoza Corzo, arzobispo y obispo auxiliar de Tuxtla Gutiérrez; Felipe Arizmendi Esquivel y Felipe Díaz Díaz, obispo y obispo auxiliar de San Cristóbal de las Casas, así como Leopoldo González González, obispo de Tapachula. En principio, destaca en la declaración pública la coincidencia de criterios entre todos los obispos del estado, lo cual no es común en otras entidades; también, la valentía y claridad de ideas frente a un movimiento social que crece y abarca a todo el país.
La comunicación va dirigida a los legisladores federales y subraya que la continuidad del diálogo es fundamental, y que éste debe ser orientado a dar un curso distinto a la reforma educativa. No se plantea la abrogación, sí su modificación. Hoy existen muchos elementos que acreditan que la reforma educativa se instrumentó de manera apresurada, excluyendo a los maestros y conforme a una visión que no corresponde a la realidad y necesidades del país. Los obispos señalan que su iniciativa se dirige al Congreso de la Unión, ya que la inconformidad más profunda es contra aquella medida y que la hizo el Congreso, pensamos que es conveniente que ustedes abran algún canal de diálogo con ellos. Escucharlos por el bien de la educación es un clamor de nuestro pueblo.
En un segundo punto, los obispos ponen el dedo en la llaga al advertir la incongruencia presidencial de ser obsequioso con los empresarios en relación con la ley 3de3 y negarse a un diálogo personal y abierto con los maestros. Textualmente señalan: Nos llamó la atención que el señor Presidente de la República regresó la ley sobre transparencia porque se lo pidieron los empresarios, pero se tiene resistencia para considerar algunos aspectos de la reforma educativa que piden los maestros. ¿Tienen más poderes e influencia los empresarios que los maestros?
No sabían los señores obispos que no sólo se regresó la ley 3de3 al Senado, sino que se suprimió totalmente cualquier referencia a la obligación empresarial para cumplir con lo que ellos reclaman a los políticos, lo cual era fundamental porque son ellos parte de los procesos comerciales y de contratación, donde operan con opacidad los procesos que generan corrupción. Basta tener presente el caso de la constructora Higa. Con este penoso capítulo se dejó en evidencia quién manda en nuestro país.
En un tercer punto, el pleno de obispos de Chiapas propone algunos temas que en el Congreso de la Unión se deben discutir. Destacan tres, que coinciden con los análisis de los especialistas en la materia más calificados del país. El primero, relacionado con el aspecto laboral, en el que sugieren los obispos que la reforma no debe orientarse a la pérdida del empleo; el segundo, relacionado con las evaluaciones, con el fin de que éstas se ajusten a las realidades locales, teniendo en cuenta las limitaciones y carencias de las mismas, y el tercero, garantizar que no haya un proceso de privatización de la educación, sino que el Estado cumpla su responsabilidad de dar educación gratuita.
Los obispos advierten respecto de los excesos por los bloqueos y manifestaciones magisteriales, pero, sobre todo, por parte de personas u organizaciones infiltradas. Terminan su pronunciamiento señalando que la implementación de la reforma deberá tomar en cuenta que Chiapas, Oaxaca, Guerrero y partes de Michoacán y Tabasco sufren rezagos ancestrales.
Este pronunciamiento es un ejemplo del tipo de catolicismo que necesita nuestro país, aquel que se coloca del lado de los intereses del pueblo; hoy, el movimiento magisterial trasciende ya la lucha de la CNTE y de los maestros en general; es un movimiento popular. Por ello, la negociación es la única salida posible al conflicto.


PD: Y el incremento al salario mínimo, ¿cuándo? Se prometió para junio, y ahora el gobierno afirma que algunos empresarios se resisten a aceptarlo. Con el incremento en los precios de los servicios básicos, esta decisión no puede esperar.

Reforma educativa: la nueva ruta; Hugo Aboites*

La Jornada
9 de julio del 2016

Nochixtlán significó el fracaso de la estrategia de negar el diálogo que por meses, y particularmente en las últimas semanas, se planteó como la salida al conflicto magisterial. Ahora se ensaya otro camino, pero tampoco ofrece perspectivas. La violencia institucional de descalificar y amenazar a los maestros y luego llegar hasta un episodio en que fuerzas armadas disparan a discreción con armas automáticas contra una multitud hizo que, como en el caso de los 43, las demandas mostraran su validez al ser asumidas como propias por comunidades y barrios y por amplios segmentos magisteriales que durante décadas permanecieron silenciosos (Ciudad de México) o que ni siquiera son cercanos a la CNTE (como Nuevo León). Al mismo tiempo, cambió la percepción pública del conflicto. En retrospectiva, muchos ahora se preguntan cómo es que no se advirtió a tiempo y cómo se permitió desde el Estado mismo que se fuera tejiendo un discurso mediático y gubernamental tan violento, como sustento de la aplicación de la reforma, discurso que además se reforzó con la elocuencia de fotos en inserciones pagadas donde las autoridades educativas aparecen acordando con jefes de la Gendarmería la logística de la evaluación educativa, seguidas, más tarde, de las imágenes de violentos enfrentamientos con los maestros en los centros de aplicación de los exámenes.
En esa ruta, Nochixtlán o azarosamente cualquier otro lugar o calle de México era ya el lugar hacia donde apuntaban las armas. Si los medios con la tolerancia y hasta el respaldo del propio Estado, irresponsable y sistemáticamente crean un clima hostil contra un grupo social en particular y además se involucra como parte de la estrategia al sistema judicial, a las fuerzas armadas y a las radicales organizaciones sociales conservadoras es probable que llegue pronto el momento de la sangre. Todo esto, en abierta contradicción con la Ley General de Educación (artículo 74), que obliga al Estado a buscar que los medios de comunicación contribuyan a los altos propósitos humanísticos que todavía hoy mantiene el artículo tercero constitucional.
Lo que ahora presenciamos es la nueva ruta gubernamental de manejo y contención del conflicto, no de solución. Después de tres años de silencio, cuando no de apoyo incondicional a la reforma, hoy se hace surgir al oficialista SNTE como intento por tener un interlocutor moderado que aparezca como reivindicando las demandas del movimiento. Para eso, el SNTE en desplegado (La Jornada 7/7/16) se opone a toda visión o acción sancionadora o punitiva, declara que lucha por el respeto a nuestros derechos como trabajadores de la educación, critica las evaluaciones ya realizadas (aunque lo hace con una redacción tal que no las cancela y deja a la libre interpretación si son o no punitivas). Reclutar al SNTE para que retome sus históricas funciones corporativistas es, sin embargo, un recurso riesgoso para el propio gobierno en estos tiempos de rebeldía. Frente a los todavía muchos maestros escépticos del éxito de la protesta, el hecho de que hasta el SNTE cuestione algo de la reforma, se suma a un rechazo ya generalizado. Puede, incluso, darse, como ocurrió en algunas secciones en el 2010 con la evaluación universal, que los maestros rebasen y destituyan a sus dirigencias por no ser ellos consistentes con sus planteamientos. Por otro lado, el gobierno propone discutir el modelo educativo, algo que parecería sintonizar con la demanda de la CNTE de crear un esquema distinto al actual.
Sin embargo, como la propuesta gubernamental es discutirlo de manera independiente de la demanda por la suspensión de la reforma, esto no resuelve sino entrampa una solución: no será posible avanzar en lo sustancial de un modelo educativo distinto al de la SEP si se mantiene la legalidad de una reforma que es profundamente autoritaria y punitiva. ¿Qué modelo realmente alternativo a la propuesta neoliberal se puede construir sobre la base de una evaluación punitiva, sanciones discrecionales, despidos, el fin del normalismo y un clima general de temor? ¿Qué tipo de formación pueden construir niños y adolescentes en estas escuelas? El intento es fragmentar: lo educativo, en la SEP; lo normativo, en Gobernación; la representación, en el SNTE.
Desde Nochixtlán saltó un relámpago de indignación que ahora serpentea rápido por calles y plazas, y por primera vez, toca de lleno a la Ciudad de México, a Monterrey y al enorme rescoldo de tres años de protestas en una docena de estados. No es aconsejable desestimar esa fuerza e intentar sustituir ahora las balas con el engaño. Lo que esa fuerza espera es ver si es posible ofrecer un trato a campesinos y maestros igual al que acaban de recibir, pronta y decisivamente, los empresarios. Pervertir la función positiva que podría tener el diálogo (buscar acercamientos, respetando y reconociendo las mutuas posiciones) es desaconsejable. Cuando más mexicanos en más regiones del país se convenzan de que en el gobierno no hay una real voluntad de resolver y al mismo tiempo vean que tienen la fuerza para oponerse eficazmente, el panorama se volverá todavía más complicado. Un diálogo verdadero es la ruta distinta y, realmente, la única.


*Rector de la UACM

15° domingo ordinario; 10 de julio del 2016; Homilía de Fdo Fdz F, sj

Deuteronomio 3010-14; Salmo 68; Colosenses 115-20; Lucas 1025-37

Las tres lecturas de este domingo abordan temas fundamentales para la vida del cristiano, de tal forma que nos invitan a contrastarnos ante ellos, como si fueran indicadores o parámetros que nos permiten revisar nuestra coherencia con los principios básicos del Evangelio.
La carta de San Pablo a los Colosenses pone en el centro de la vida Cristiana a Jesús. Si no hemos colocado en nuestro corazón, en nuestro quehacer ordinario, en nuestras decisiones, la realidad de Jesucristo, simplemente no hemos entendido “qué hemos de hacer para ganar vida eterna”, como señala la Parábola del Buen Samaritano. ¿Cuántas veces la referencia real a la vida de Jesús queda fuera de nuestra vida cotidiana? Fácilmente acudimos directamente a Dios; buscamos pistas para la vida apoyados en nuestro sentido común; acudimos a libros o consejos de sacerdotes o a experiencias religiosas que nada tienen que ver con el Evangelio; pero no logramos tener una vivencia real y profunda, básica, central, de la realidad de Cristo. Él es “la piedra angular que han desechado los arquitectos”; y esta crítica que Jesús hizo a los fariseos, puede calzar exactamente en nuestra experiencia religiosa.
Pablo nos dice que “Cristo es la imagen de Dios invisible”. Simple y llanamente, como dirá también San Juan: “¿Cómo decimos que amamos a Dios a quien no vemos, si no amamos a nuestro hermano a quien sí vemos?” Jesús es la imagen, la presencia real de Dios en nuestra historia. Si no lo amamos a él, lo demás puede llevarnos por caminos equivocados. Él lo dijo: “nadie va al Padre, si no es a través de mí”; “el que me ve a mí, ve al Padre”. No podemos acercarnos a Dios si no es a través de Jesús. Él es el “primogénito”, el “fundamento de todo lo creado”; “existe antes que todas las cosas”; es el “principio”; justo “porque Dios quiso que habitara en él toda plenitud y por él reconciliar consigo todas las cosas…; y darles la paz”.
La siguiente invitación de este domingo nos viene del Deuteronomio: “Escucha y conviértete al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma”. Es decir, la relación que hemos de tener con Dios y –desde el Evangelio- a través de Jesús, ha de ser total, absoluta; no admite medias tintas. La conversión no ha de ser con “una parte del corazón”, sino “con todo”; la relación con Dios no puede estar divida, no le podemos dar migajas. Por eso el Evangelio nos lo dice: “no podemos servir a Dios y a las riquezas”; “el que a dos amos sirve con alguno queda mal”.
Y sin embargo, esta invitación tan radical –nos dice el Deuteronomio- “no es superior a tus fuerzas, ni está fuera de tu alcance”; “todos mis mandamientos están en tu boca y en tu corazón, para que puedas cumplirlos”. Y es la máxima revelación que se nos hace: cumplir los mandamientos no es algo difícil, pues nuestro corazón está hecho “al modo de Dios”; no tenemos que hacer otra cosa, sino dejarnos llevar por los deseos más profundos que tenemos que, a final de cuentas, no son otra cosa que el deseo del amor, el deseo de Dios. San Agustín lo captó extraordinariamente: “Estamos hechos para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”.
Así, pues, siendo Jesús el centro de la Revelación y el fundamento de nuestra práctica cristiana, el vivir acorde a sus mandatos no es algo que rebase nuestras fuerzas, pues así estamos hechos: “a imagen y semejanza de Dios”.
Finalmente, el Evangelio de este domingo cierra el círculo: si queremos ganar vida eterna –como desea el Doctor de la Ley- no hay que ir demasiado lejos. Simplemente, hay que salirnos del camino y buscar al hermano caído, al asaltado, al excluido. Vivir la experiencia cristiana, no implica otra cosa que ser solidario con el sufrimiento humano, con el de los hombres y mujeres que habitan nuestras sociedades y que han sido arrojados fuera del camino, de la vida, de los bienes de la creación. Y el medio para dar el paso y comprometernos, es simplemente “tener compasión” con el caído; compadecerse; “padecer-con-él”; sentir su dolor como algo propio; dolerse con el otro; pues sólo una sensibilidad transformada, puede comprometerse para “ganar vida eterna”.
A Dios nadie lo ha visto; sólo a través de Jesús podemos llegar a Él; y esto no es imposible, pues nuestro corazón está hecho para eso, está orientado al amor, a Dios; sin embargo, seguir a Jesús, hacer el Reino, no es cuestión de evadirse en rezos alienantes, sino de comprometerse con el hermano caído. Pablo nos dice en la 2ª lectura que Jesús reconcilió al mundo con Dios al entregar su vida por nosotros,  y así le dio su paz. Esa es la vocación del cristiano: reconciliar a los hombres y mujeres de nuestro entorno; levantar al caído, luchando para que esa dinámica de exclusión y muerte, se erradique de nuestra historia.
Dejemos que el corazón nos lleve al amor, nos lleve a Dios, nos lleve a Jesús, nos lleve al prójimo caído…